Citado por el portal noticioso palestino Alray, un habitante del poblado, identificado como Salim, precisó que excavadoras y vehículos escoltados por uniformados irrumpieron en la localidad y obligaron a los residentes a salir de sus hogares, hechos de hojalata y lana.
Luego comenzaron a destruir cada una de las estructuras, lo cual desató una protesta de los beduinos que fue reprimida de forma violenta.
La vez anterior que las autoridades israelíes derribaron la aldea ocurrió el 27 de junio, precisó el medio digital.
Ubicada a unos ocho kilómetros de la ciudad de Beerseba, Al Araqib es una de las más de 40 aldeas beduinas, muchas de estas construidas en Neguev y carentes de todo servicio básico, que el Gobierno de Tel Aviv considera ilegales.
Sin embargo, estos afirman que tienen derecho a estar allí pues son las tierras donde vivían sus antepasados, mucho antes de la fundación del Estado de Israel en 1948.
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