Ubicado en los terrenos del Colegio Técnico Profesional de Los Chiles, en la provincia de Alajuela, el bosque contará con un innovador diseño circular, inspirado en la cultura china, así como con la donación inicial de dos mil árboles por parte del gigante asiático para reforestar la zona norte de Costa Rica.
Asimismo, organizaciones lideradas por mujeres darán mantenimiento a los árboles sembrados, durante cinco años, para garantizar su supervivencia.
‘Agradecemos a la República Popular China por sumarse a la iniciativa Huella del Futuro y unirse así a los esfuerzos de nuestro país para forjar las bases de un futuro más sostenible, inclusivo y resiliente para todas las personas y el planeta’, resaltó Alvarado.
Junto al mandatario, plantaron también especies la vicepresidenta Epsy Campbell, gestora de la iniciativa Huella del Futuro; las ministras de Educación Pública Giselle Cruz y de Ambiente y Energía (Minae) Andrea Meza Murillo; y el alcalde de Los Chiles, Jacobo Guillén.
También, el director del Fondo Nacional para el Financiamiento Forestal, Jorge Mario Rodríguez; y la representante residente auxiliar del Programa de Naciones Unidas (PNUD) en Costa Rica, Kryssia Brade.
Durante el acto informaron que en una decena de circunferencias del nuevo Bosque de la Amistad entre China y Costa Rica habrá especies como ceiba, café, plantas medicinales, corteza amarilla, roble sabana, jacarandas, laurel, almendro y guanacaste, entre otras, que ofrecerán biodiversidad, resiliencia al ecosistema y un alto valor educativo.
El Minae destacó que la contribución de China acerca cada vez más a cumplir la meta de sembrar 200 mil árboles endémicos, florales, frutales y maderables, en nueve cantones de la zona norte, de cara a la celebración este año del Bicentenario de la Independencia, pues aún restan 76 mil 708 plantas para llegar a esa cantidad.
A su vez, prosiguió, contribuye a la meta nacional de aumentar al 60 por ciento la cobertura forestal para 2030.
La vicepresidenta tica sostuvo que su iniciativa nació con el objetivo de dejar una marca sostenible imborrable y con la necesidad de lograr una recuperación económica inclusiva tras el impacto de la pandemia de Covid-19.
A diferencia de otros programas de reforestación, Campbell exaltó que Huella del Futuro sobresale en sus esfuerzos por buscar la supervivencia de todos los árboles sembrados, al darles mantenimiento por cinco años, una labor desarrollada mayoritariamente por organizaciones lideradas por mujeres.
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