Los enfrentamientos, en los que se usaron armas ligeras y medianas, estallaron cuando los extremistas que se atrincheran en el barrio de Deraa al-Balad rechazaron la reconciliación propuesta por el gobierno de entregar sus armas ligeras e instaurar la autoridad del Estado y sus instituciones.
El comandante de policía de Deraa, el general Dirar al-Dandal, afirmó que los terroristas sólo entregaron un mínimo por ciento de las armas y reveló que existen fuertes discrepancias entre los representantes de esas fuerzas y dignatarios, algunos aceptaron y firmaron la reconciliación mientras otros, en particular los representantes de extremistas, la rechazaron.
El ejército sirio envió refuerzos que incluyeron miles de soldados de las divisiones cuarta, quinta y novena del ejército con el fin de iniciar una operación militar encaminada a recuperar Deraa al-Balad y eliminar cualquier presencia radical.
Deraa fue supuestamente libre del terrorismo en el verano del 2018 tras una reconciliación patrocinada por Rusia y en la que los extremistas entregaron sus armas medianas y pesados, mientras el resto salió a la provincia septentrional de Idlib.
La provincia es escenario de repetidos ataques contra militares y dirigentes locales que Damasco atribuye a grupos extremistas remanentes que cumplen instrucciones de sus patrocinadores en el exterior.
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