Iglesias acalló a tirios y troyanos en un puro acto de supervivencia, cuando su historia deportiva absorbía términos despectivos y la confianza colectiva era tan limitada que pocos advirtieron una buena actuación suya sobre el ensogado, después de enésimas presentaciones nada fiables en los últimos años.
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Pero el nacido en la occidental provincia de Pinar del Río, cerró en Tokio 2020 las puertas de la incertidumbre y varió su modo de actuar en el llamado arte de Fistiana hasta que por ganar, ganó todos sus combates en los 69 kilogramos, su segunda categoría cuando se trata de olimpismo.
Atrevido, técnico y ofensivo, el púgil caribeño, de 32 años, se mostró intratable en la final ante el británico Pat McCormack, a quien venció por 5-0, tras recibir tarjetas de 29-28, 30-27, 29-28, 30-27 y 30-27.
Muchos decían que debía retirarme, dijo en la zona mixta, reflexivo sobre su realidad antes de colgarse otra medalla de oro olímpica, luego de aquel sonado éxito en Londres 2012, y el metal bronceado en Beijing 2008, en ambos casos con cinco kilos menos en su anatomía.
Y era tanta la euforia que Iglesias mencionó, entre otros, dos nombres sagrados cuando de boxeo se habla: Teófilo Stevenson y Félix Savón, coterráneos suyos y triple ganadores bajo la sombra de los cinco aros.
Acabo de demostrar la calidad de Roniel Iglesias. Son tres premios y ahora solo soy superado por esas glorias (Stevenson y Savón). Esto es algo muy importante para mi carrera, agregó en la Arena Kokugikan.
En medio de esta resurrección, el pugilismo de la mayor de las Antillas celebra su primera corona en Tokio, cuando todavía posee otras posibilidades, con los estelares Andy Cruz (63), Arlen López (81) y Julio César la Cruz (91), favoritos en sus respectivas divisiones.
Así, la disciplina de las ‘narices chatas’ parece dispuesta a liderar la actuación de la isla, algo que sucede en casi todos los eventos multideportivos, sin importar el rango. No en vano es denominado ‘el buque insignia’.
Téngase en cuenta que de las 77 medallas de oro, 66 de plata y 77 de bronce de la nación en 20 comparecencias olímpicas, el boxeo registra 37 títulos, 19 segundas posiciones y 17 terceros escaños.
Todo eso sucede cuando la delegación caribeña marcha en el decimocuarto lugar del medallero general, con cuatro liderazgos, tres segundos lugares y otro cuarteto de terceros puestos.
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