En su plegaria tradicional del domingo, al Rai afirmó que lo ocurrido en días recientes en la frontera con Israel desvió la atención del primer aniversario de la explosión en el puerto de Beirut.
‘Apoyamos a nuestra gente en el sur para condenar la tensa situación de seguridad’, dijo.
A juicio del jefe de los maronitas libaneses, los residentes en esa zona están cansados de la guerra, las matanzas, los desplazamientos y la destrucción.
‘Al igual que condenamos las frecuentes violaciones israelíes de la soberanía de Líbano y de la resolución 1701 de la ONU, apuntó, también deploramos la situación peligrosa creada en las proximidades de los pueblos’, añadió.
Al Rai trató de minimizar la hostilidad israelí, pues dijo que evita la guerra, aunque en realidad el régimen de Tel Aviv elude esa confrontación por temor a un enfrentamiento con Hizbulah.
Según el patriarca maronita, Líbano no quiere ser destruido, pero en la percepción popular se sabe que las armas de la Resistencia alejan esa posibilidad a la cual nunca renunció Tel Aviv.
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