Un espectáculo sobrio por el impacto mundial de la epidemia de la Covid-19 derrochó sin embargo identidad y elegancia en el Estadio Olímpico, animado por la esencia artística y ancestral de la nación japonesa y el espíritu de diversidad e historia de la ilustración francesa.
Como parte de la gala, el legendario fondista keniano Eliud Kipchoge recibió la medalla de oro por su coronación en la prueba del maratón, última prueba del atletismo, y una representación de los 204 Comités Olímpicos participantes en la justa nipona desfilaron con sus respectivas enseñas.
Ante las gradas vacías del imponente recinto deportivo, el Comité Olímpico Internacional (COI) apostó así al simbolismo de un futuro más alentador en todos los sentidos para enseñar que podemos compartir el mismo momento y similar sueño.
El momento de mayor solemnidad llegó cuando la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, entregó la bandera olímpica al presidente del COI, Thomas Bach, quien a su vez, la depositivo en las manos de Anne Hidalgo, alcaldesa de la capital francesa.
Desde las pantallas del estadio, el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, intervino por videoconferencia para invitar a los deportistas de todo el mundo a la venidera justa bajo los cinco aros y prometió un éxito rotundo del magno certamen, a la que vez que imágenes mostraron una fiesta pública en la llamada Ciudad Luz.
Luego de 17 días de intensa competencia, la delegación de Estados Unidos desplazó a última hora de la cima de la tabla de medallas a China para conquistar la máxima justa deportiva del mundo por tercera vez consecutiva después de ceder la cúspide precisamente ante la representación de la nación asiática en Beijing 2008.
La nación norteña dominó la lid japonesa con de 39 de oro, 41 de plata y 33 de bronce, seguida de la china (38-32-18), la japonesa (27-14-17), la británica (22-21-22) y los deportistas del Comité Olímpico de Rusia (20-28-23).
Por Latinoamérica y el Caribe, Brasil lideró a la región al finalizar en el puesto 12 con siete metales dorados, seis plateados y ocho bronceados, seguida de Cuba en la posición 14 (7-3-5) y Jamaica en el 21 (4-1-4).
Completan la relación, Ecuador en el lugar 38 (dos títulos, un subcampeonato y ningún tercer escaño), Bahamas en el 42 (2-0-0), Venezuela en el 46 (1-3-0), Bermudas y Puerto Rico, ambos ocupantes del peldaño 63 (1-0-0), Colombia en el 66 (0-4-1), República Dominicana en el 68 (0-3-2), Argentina en el 72 (0-1-2), México en el 84 (0-0-4) y Granada en el 86 (0-0-1), esta última empatada con siete naciones.
Por América Latina conquistaron el cetro olímpico en el boxeo, la disciplina con más títulos entre los deportistas latinos, los cubanos Andy Cruz, de los 63 kilogramos (kg), Roniel Iglesias (69), Arlen López (81) y Julio César la Cruz (91), más el brasileño Hebert Sousa (75).
En el canotaje, los pergaminos correspondieron a los cubanos Serguey Torres y Fernando Dayan Jorge en la canoa doble a mil metros y al brasileño Isaquias Queiroz en la misma prueba y similar distancia, pero en la competición individual, y en la lucha, modalidad grecorromana, a los gladiadores de la mayor de las Antillas, Luis Orta (60 kg) y Mijaín López (130).
Para Brasil también ganaron lauros aúreos, la selección masculina de fútbol, la gimnasta Rebeca Andrade en el caballo de salto, la nadadora Ana Marcela Cunha en aguas abiertas, el surfista Italo Ferreira en el shortboard y las veleristas Martine Grael y Kahena Kunze en la clase 49er.FX.
La delegación ecuatoriana celebró los cetros del ciclista Richard Carapaz en la prueba de ruta y la pesista Neisi Dajomes en los 76 kg; la de Venezuela, la corona de la triplista Yulimar Rojas, con récord mundial incluido, y la de Puerto Rico, el oro de Jasmine Camacho-Quinn en los 100 metros con vallas del atletismo.
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