Esta política es una clara violación de los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993, los cuales establecen explícitamente que ninguna de las partes debe tomar medidas unilaterales, subrayó la oficina de la presidencia en un comunicado.
Además, agrega, ignora la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2016, que reclama la evacuación de las colonias judías de tierras palestinas, al considerar que ‘no tienen validez legal y constituye una flagrante violación del derecho internacional’.
Ante esa situación, el texto llama a Naciones Unidas y a otros actores globales a detener la estrategia expansionista israelí porque solo aumentará la tensión y la inestabilidad en aérea.
El comunicado advirtió que los palestinos nunca aceptarán un cambio en el statu quo de Jerusalén oriental, que ese pueblo reclama como la capital de su futuro Estado. Jerusalén y sus lugares sagrados no están a la venta, concesión o negociación, recalcó.
La organización no gubernamental israelí Paz Ahora condenó también este jueves el nuevo plan del Gobierno de Tel Aviv.
La ampliación de los asentamientos perjudica a Israel y las posibilidades de alcanzar la paz, denunció la agrupación, fundada por exmilitares.
Asimismo, advirtió que muchas de esas edificaciones aprobadas ‘ya se construyeron y existen sobre el terreno, por lo cual el plan pretende legalizarlas en retrospectiva’.
Según datos oficiales palestinos, Israel construyó más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004 y levantó otros 139 puestos de avanzada para futuros asentamientos.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
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