Además de aumentar la edad para pensionarse de las mujeres de 59 años y 11 meses a 62 años y de los hombres de 62 a 65 años, que entrará en vigor en 2023, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) acordó una reducción de la cantidad a percibir por los trabajadores retirados, así como un aumento de la cuotas necesarias.
En declaraciones a la prensa durante la manifestación en el centro de esta capital, el coordinador del Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco), Luis Chavarría, afirmó que esa modificación del régimen de IVM constituye una política neoliberal que precariza y empobrece aún a la clase trabajadora.
Asimismo, otorgará pensiones de hambre a los obreros y a los cotizantes voluntarios e independientes.
Por ello, exaltó, esta manifestación constituye el arranque de un gran movimiento social y sindical a nivel país, no solo de la capital, porque todo el pueblo quiere repudiar esta reforma al sistema de pensiones de IVM.
Chavarría consideró que el movimiento sindical tiene que ir más allá, buscar líderes para agrupar a todas las personas descontentas y quienes sufren las consecuencias de las medidas neoliberales de partidos, políticos y diputados de la Asamblea Legislativa que le dan garrote al pueblo y a la clase trabajadora.
De su lado, la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) denunció que esa reforma perjudica a cientos de miles de personas trabajadoras y cotizantes.
En un comunicado sobre la aprobación de esa modificación, Undeca asegura que queda comprobado el nefasto antecedente de la intervención política y la violación a la autonomía de la CCSS, encargada de la salud pública en Costa Rica.
Denuncia que los trabajadores, cotizantes independientes y voluntarias aportan más de la mitad de sus vidas para tener derecho a una pensión cada vez más precaria para unos y miserables para otros.
Insiste en que la sanción de la Junta Directiva de la CCSS al incremento de la edad de la jubilación constituye un acuerdo al mejor estilo neoliberal y dictatorial, desechando constituir una mesa de diálogo nacional sobre este delicado tema.
También, por negarse a analizar más de 400 propuestas presentadas por el movimiento sindical y otros sectores sociales.
El sindicato del sector salud pide ‘apunten y no olviden esto, no es más que la tiranía política empresarial, que, con el contubernio de acólitos, le pasan el martillazo a aproximadamente millón y medio de trabajadores y trabajadoras que cotizan para el IVM’.
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