La inauguración de la tradicional masa aconteció en el atrio de la Basílica Menor de San Francisco de la urbe y se trata de una gigantesca mezcla de tres metros de largo, la cual requirió cinco horas para su elaboración.
De acuerdo con el secretario general de la Federación de Panificadores Artesanos de La Paz, Dandy Mallea, la intención de la obra es mostrar el orgullo de los habitantes por uno de sus alimentos autóctonos, contribuir a la promoción y amor por el oficio.
Para la ejecución, precisó el directivo, se empleó un quintal de harina y tres kilos de azúcar, además de la asistencia de cinco compañeros para garantizar el éxito hasta su horneado definitivo en un horno artesanal de más de cinco metros.
El proceso fue muy complejo y constituyó un reto para los implicados pues debió cocinarse primero en Villa Nueva Potosí y luego trasladarse hasta el lugar de exhibición.
‘Hacer pan es un arte y lo demostraron con la elaboración de esta marraqueta. Estamos seguros que con la asistencia de toda la ciudadanía paceña, vamos a continuar con el proceso de reactivación del sector’, precisó la directora de Fomento a la Producción Artística Cultural, Iris Mirabal.
La Feria del Pan es una actividad tradicional en Bolivia que promueve platos distintivos de la nación suramericana hechos por artesanos del pan, entre los que destacan las cauquitas, sarnitas, colisas, empanadas, maicillos y cachitos.
Conocida como pan batido o francés en Chile y pan de batalla en Bolivia, la llegada de la marraqueta a tierra boliviana según dos hipótesis fue mediante el griego Constantino Callispieris en 1908 o los hermanos daneses Andrés y Wigo Rasmussen, 12 años después.
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