Según la revista The Lancet Planetary Health, los seres humanos están expuestos a finas partículas denominadas PM2.5 que se encuentran en el aire, principalmente tras la ocurrencia de siniestros.
Estas con ese tamaño entran en los pulmones, atraviesan los alvéolos de las paredes pulmonares y llegan a la circulación, subrayaron los especialistas, quienes advirtieron que la contaminación del humo de los incendios forestales puede propagarse hasta mil kilómetros de distancia.
Tal fenómeno –con efectos directos en la salud de manera general- tiene la tendencia a alcanzar gran magnitud debido al cambio climático.
En los últimos años lo siniestros dejaron sensibles pérdidas en varias latitudes, y solo en Australia 45 millones de hectáreas quedaron calcinadas durante la temporada de 2019-2020.
Según los datos que aportó el estudio, los países con más muertes relacionadas con el humo de los incendios forestales son Japón, México, China, Sudáfrica, Tailandia, España y Estados Unidos.
Los científicos sugieren que los sistemas de salud y los actores políticos deben movilizarse e incrementar el nivel de consciencia sobre este peligroso modo de contaminación ambiental, al tiempo que se establezcan políticas reales para el cuidado de los bosques para mitigar los efectos del cambio climático.
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