La representación italiana de la WWF comentó en un comunicado los resultados de un estudio de esa organización recogidos en el informe ‘Ruido antrópico en el mar, soportable para el hombre, perjudicial para los cetáceos’, en el cual pidió a las instituciones reducir y controlar las emisiones sonoras en el ‘Mare Nostrum’.
En ese sentido, mencionó la contaminación derivada de actividades como el tráfico náutico, investigaciones sísmicas, sonar, explotación de yacimientos de petróleo y gas e instalaciones eólicas mar afuera, las cuales provocan consecuencias graves para las ballenas, delfines y otros mamíferos marinos.
Entre estas, desde el abandono forzoso del área hasta la pérdida de sensibilidad auditiva como resultado de traumas acústicos, cuya gravedad depende de la duración e intensidad de la exposición.
‘Ahora está claro que la conservación de los cetáceos en los mares del mundo depende de una serie de factores importantes, incluida nuestra capacidad y deseo de reducir la contaminación acústica, comenzando con el desarrollo de una norma, inexistente hoy’, expresó Donatella Bianchi, presidenta de WWF-Italia.
Asimismo, destacó la necesidad de programas integrales de monitoreo para actualizar el estado de conservación de las especies de cetáceos, llenar los vacíos de conocimiento sobre las deficientes en datos e identificar las áreas críticas para los que habitan en mares italianos.
Las ocho especies de cetáceos presentes en el Mediterráneo están en condiciones críticas, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, incluidas aquellas sobre las cuales la información es insuficiente, son vulnerables o están en peligro, precisó el comunicado.
mgt/smp