Los docentes del alto centro de enseñanza de California instaron a ‘dejar de buscar espías chinos en las universidades de Estados Unidos’, con lo cual se unieron a los esfuerzos de organizaciones de derechos humanos que abogan por el cese del controvertido programa.
La Iniciativa China asume que cualquiera mínimamente vinculado tiene incentivos para violar la ley en beneficio del país asiático y como resultado de ello han ocurrido aquí una serie de persecuciones y juicios arbitrarios, según reportan medios locales.
Desde 2018, esos casos fueron investigados bajo la polémica medida de Trump, que tiene el objetivo de detectar, procesar y detener el presunto espionaje económico vinculado a Beijing.
Aunque la Casa Blanca considera que este programa es necesario para combatir lo que el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, define como ‘la mayor amenaza a largo plazo’ para Estados Unidos, es creciente el rechazo de activistas, juristas y expertos en seguridad nacional.
Para quienes se oponen al programa heredado de la era Trump, este se basa en pocos fundamentos, posee una eficacia limitada y alimenta la elaboración de perfiles raciales a gran escala que dañan profundamente a la comunidad científica estadounidense.
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