Un comunicado militar precisó que Munadil Nafayat e Iham Kahamji fueron capturados anoche en un operativo en la ciudad de Jenín, norte de Cisjordania, donde penetraron los militares con el apoyo de la unidad especial de la policía (Yamam) y miembros del Shin Bet (agencia de seguridad interna).
Tras conocerse la incursión israelí y el arresto de los dos milicianos de la Jihad Islámica estallaron protestas en la localidad, reprimida por los soldados, que dispararon con munición real, destacó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
La fuente agregó que durante la redada las tropas de Tel Aviv detuvieron a otros dos habitantes de Jenín, entre ellos un hombre con discapacidad física.
Tras el arresto, el portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Hazem Qassam, rindió ‘un gran homenaje a los héroes del túnel de la libertad en la prisión de Gilboa, quienes demostraron la capacidad de los palestinos’ para enfrentar la ocupación.
Su fuga es una prueba irrefutable de la fragilidad y debilidad del sistema de seguridad israelí y su incapacidad para resistir la voluntad de nuestros combatientes, afirmó.
El 6 de septiembre seis milicianos palestinos, cinco pertenecientes a la organización de Jihad Islámica y uno de Fatah, huyeron de Gilboa, conocida como ‘la caja fuerte’ por su presunta inviolabilidad.
La semana pasada, las fuerzas de ocupación israelíes capturaron a cuatro de ellos tras una masiva cacería que incluyó drones, helicópteros y perros en apoyo de la policía, el Shin Bet, el ejército y unidades especiales.
El escape conmocionó a Israel y desató una ola de solidaridad en la franja de Gaza y Cisjordania.
Golpeados por las continuas agresiones israelíes, la crisis económica y la pandemia de la Covid-19, los palestinos celebraron como un triunfo en las calles de ambos territorios la fuga, devenida símbolo de la resistencia contra la ocupación.
El acto fue considerado como un desafío a Tel Aviv y volvió a poner en primer plano la situación de los miles de prisioneros palestinos.
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