Melvin Anchía, de la red integrada de prestación de servicios de salud en la región tica de Huetar Norte, precisó que hallaron esos enfermos de malaria -ocho ticos y siete nicas- en un barrido epidemiológico realizado en diversos puntos de la comunidad fronteriza de La Trocha.
Tras señalar que resulta un trabajo agotador porque hay que ir casa por casa y las condiciones climáticas y de acceso son difíciles, Anchía destacó que logran una labor responsable que facilita la toma de decisiones y la activación de protocolos para evitar más contagios.
Resaltó que el trabajo bilateral desarrollado entre los dos países favorece las estrategias de prevención y control de la malaria en el cordón fronterizo.
Al respecto, refirió que el flujo migratorio favorece la movilidad de la enfermedad, cuya transmisión solo pueden contener con estrategias integradas de ambas naciones, derivadas a partir del brote.
La CCSS -encargada de la salud pública en Costa Rica- recuerda que la malaria es una enfermedad que puede ser mortal y es causada por parásitos transmitidos al ser humano a través de la picadura de mosquitas Anopheles infectadas.
Adelanta que mantendrá vigilancia activa de manera conjunta con las autoridades sanitarias de Nicaragua y Costa Rica para la detección oportuna de la malaria e inicio de tratamiento.
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