En un artículo publicado este lunes por la agencia ACNC, Kim señaló que durante decenios, Estados Unidos no ha respetado el derecho de un Estado soberano a ejercer el desarrollo independiente legítimo.
Pese al azote de la pandemia, Washington ejerció de nuevo el año pasado la presión sobre las compañías extranjeras en transacciones comerciales con Cuba para que no le ofrecieran los inhaladores de oxígeno indispensables para el tratamiento a los pacientes enfermos por la Covid-19, destacó la investigadora coreana.
Hace poco, la nación norteña restringió el transporte de materiales a Cuba, afectando la rama sanitaria del país caribeño y la vida de su población, agregó la publicación.
Las acciones punitivas extendidas a la política, la economía, los asuntos militares, la cultura y hasta la vida cotidiana de la población de Venezuela, Siria y otros países ponen en estancamiento la economía nacional en conjunto y frenan el desarrollo ordinario y pacífico de los Estados soberanos, refirió el artículo de Kim Jin Hui.
Lo problemático es que tales crímenes se cometen bajo la sombrilla de la defensa de los derechos humanos (DD.HH), refiere el artículo.
En cada oportunidad, ‘el imperio norteamericano critica el problema de los DDHH de otros países y publica cada año un informe de la situación de cada país en ese tema como si fuera el juez internacional’, agrega el texto.
En julio pasado, el Departamento de Estado norteamericano presentó el fomento de DD.HH y democracia como tarea primordial de sus diplomáticos desplegados en muchos países del mundo, y les ordenó utilizar todos los medios posibles que pueden ser aplicados para exigir su cumplimiento.
En particular, la Casa Blanca utiliza el asunto de los derechos humanos ‘como un medio de presión política contra los países antiimperialistas e independientes’, o que se oponen a su política, precisa el texto de la investigadora Kim Jin Hui, publicado por la agencia ACNC.
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