Peñafiel es el quinto directivo de esa empresa pública metropolitana que dimite desde 2019, cuando comenzó la gestión del alcalde Jorge Yunda, y el séptimo desde el inicio de los trabajos.
Poco más de dos meses duró la actual gerencia, cuyo reemplazo será evaluado y definido el miércoles 29 de septiembre en sesión extraordinaria del directorio, a partir de una terna propuesta por el burgomaestre.
Allan Peñafiel fue nombrado por Santiago Guarderas, cuando asumió la alcaldía de Quito por un período de 11 días, luego del cual Yunda fue ratificado en el puesto tras un intento de destitución.
En medio de la situación, el proyecto, que es el más costoso en la historia de la capital, continúa estancado cuando ya tiene más del 97 por ciento de su infraestructura ejecutada.
Tras extender la fecha de finalización en varias ocasiones, la estimación actual indica que culminaría en diciembre de 2022, mientras la apertura al público aún está por determinar.
Hasta la fecha, ha costado unos dos mil millones de dólares.
En febrero último, la entonces gerente Andrea Flores, informó que la inversión necesaria para la obra bordearía los 158 millones de dólares; sin embargo, en abril pasado, presentó un monto de 202 millones y según aclaró entonces, el aumento respondía a los seguros de infraestructura y trenes.
El gasto excesivo y la demora en el proyecto, además de los problemas administrativos, están entre las mayores trabas que entorpecen su operatividad.
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