‘Quiero un Estado fuerte, porque solo un Estado fuerte es capaz de acabar con la miseria en este país’, declaró el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) en conferencia de prensa celebrada en un capitalino centro de convenciones.
Antes del intercambio de preguntas y respuestas con reporteros, Lula hizo un balance de su agenda política de reuniones y encuentros que tuvo durante esta semana en Brasilia con dirigentes de partidos de izquierda, del centro y la centro-derecha.
Hizo alusión a los retos para reconstruir el Estado, devastado por el mandatario Jair Bolsonaro y el ministro de Economía, Paulo Guedes.
Con verbo lamentable, admitió que nunca esperó que el hambre regresara a Brasil, ‘donde todo lo que construimos (el PT) fue destruido’.
Sin decir nombres, insistió en que se tiene un gobierno que solo sabe provocar y contar mentiras, con una media de cinco por días.
Resulta ‘triste que un país respetado y protagonista… y ahora nadie quiere venir a visitarlo’, lamentó el exjefe de Estado, quien estuvo acompañado en el contacto con comunicadores por la líder del PT, Gleisi Hoffmann.
Condenó la falta de humanidad del ocupante del Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo), incapaz de mostrar un gesto de compasión con las familias de las víctimas de Covid-19.
‘Es un momento de tristeza. Un momento en que el país más necesita un presidente, como un gran jefe de familia, que tiene la responsabilidad de mantener la familia en paz, con esperanza, él destruye’, señaló.
Calificó de grave que Bolsonaro ‘nunca haya tenido un gesto de solidaridad con una sola persona, víctima, o con los familiares de las 600 mil personas que murieron’ por el virus.
Insistió en que el exmilitar continúa mintiendo y tratando de imponer medicamentos sin eficacia probada científicamente contra el patógeno.
‘El presidente (Bolsonaro) reconoce no entender de nada’ y preocupa que haya dicho que el año próximo habrá desabastecimiento en Brasil, remarcó el exdirigente obrero.
Recordó que el PT hizo mucho por el país en los 13 años que gobernó y sus resultados económicos hablan por sí mismos.
Para el exgobernante, los retos en 2023 son mayores que cuando asumió la presidencia, pero es el momento de mirar hacia adelante y crear nuevas oportunidades para el futuro.
Lula aparece como favorito en todos los sondeos de opinión rumbo a las elecciones de 2022. Su intención de voto se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo, luego que un juez del Supremo Tribunal Federal anulara todas sus condenas y posibilitara su participación en la carrera por el poder el próximo año.
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