Detalles que prometen dar mayor colorido a la urbe, ungida con las mieles del reconocimiento, luego de recibir su Pasaje de la Luz la distinción de Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Una iniciativa acorde con las tendencias internacionales de grandes ciudades como Lyon y París en Francia, Amsterdam, Londres o Moscú que inundarán a Madrid de intervenciones de numerosos artistas, con la luz como medio de transformación del paisaje urbano.
Será a modo de espectáculo durante tres días, en horarios desde las 20:00 hasta la medianoche, con novedosos ropajes para los rincones y edificios más emblemáticos de la principal ciudad española.
Casa de América, ubicada en el mapa del Paisaje de la Luz, formará parte de esta iniciativa, aunque en sus inmediaciones habrá dos protagonistas más atractivos: La Fuente de Cibeles y el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid.
Nunca mejores momentos para admirar sitios emblemáticos como la Puerta de Alcalá, el Parque de El Retiro, el Museo del Prado, el Palacio Real, el Edificio Metrópolis o la Puerta del Sol, que recibirán diferentes instalaciones de luz, color, vídeo, mapping o inteligencia artificial.
La primera edición del festival denominado LuzMadrid, contará con la participación de creadores, diseñadores, artistas plásticos, iluminadoes y profesionales de nuevas tecnologías aplicadas al arte de Francia, Canadá, Finlandia, Australia y España.
Los artistas que tomarán parte en el evento serán Antoni Arola, Javier Riera, Alicia Moneva, Erik Barray, Onionlab, Maxi Gilbert, Groupe LAPS, OTU Cinema, Daniel Iregui/Studio Iregular, Parer Studio/Amanda Parer, Luzinterruptus, SpY, Charles Sandinson, Collectif Coin, Miguel Chevalier, Ginés /Summalab, Estudio Chevalvert y Eyesberg, entre otros.
Estar vivo era moverse será la instalación de Javier de Juan en la fachada de Casa de América. Se trata de una de las obras integrantes de Invasores Contemporáneos, proyecto comisariado por Julieta de Haro que pone en valor la capacidad de transformación, experimentación y conquista de nuevos escenarios del artista.
El artista plantea personajes urbanos danzantes y andantes de diferente naturaleza social y cultural que se mueven sobre la fachada del edificio de la Casa de América y simbolizan la vida en la urbe.
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