La conmemoración de la muerte del presidente Machel y sus acompañantes desempeña un papel importante para mantener viva la memoria de quienes dieron sus vidas desinteresadamente por la liberación del pueblo de África Meridional, puso de relieve Ramaphosa en la ocasión.
Como sudafricanos, afirmó, nunca olvidaremos la contribución hecha por el presidente Machel y el pueblo de Mozambique para garantizar que reine la libertad en el país.
Ahora, reafirmamos nuestro profundo compromiso de trabajar juntos para garantizar la paz y la libertad en África austral, dijo.
El monumento que construimos en este sitio no solo conmemora la tragedia de ese día; nos recuerda que los destinos de nuestros dos países están inextricablemente entrelazados, añadió el mandatario.
Nos recuerda que la frontera común fue colocada por potencias extranjeras que no tenían ningún interés en nuestra historia, nuestro patrimonio o nuestras aspiraciones.
Y nos recuerda que compartimos la angustia de esta tragedia, cuyas causas nunca se han establecido, y, si nuestras sospechas son correctas, nunca se ha identificado a los responsables, agregó.
Ello ofende nuestro sentido de la justicia y nuestro deseo de la verdad, enfatizó Ramaphosa.
Sin embargo, acotó, aunque hay mucho que desconocemos sobre las circunstancias de esta tragedia, estamos seguros de su significado y de la responsabilidad que pone sobre nuestros hombros.
Sabemos que la lucha a la que Samora Machel dedicó su vida no está completa, dijo.
El pueblo de África meridional, y de hecho de nuestro continente, agregó, aun no ha conocido la dignidad, la prosperidad y la seguridad que busca y merece.
Todavía tienen que recuperarse de los estragos del colonialismo y las iniquidades del apartheid, y enfrentamos importantes desafíos de pobreza, desempleo, desigualdad y conflictos violentos, sostuvo el Presidente.
Por ello, afirmó, los pueblos africanos debemos abordar con decisión estos desafíos y trabajar por una paz duradera en nuestra región y continente.
En ese sentido, propuso, en honor a Samora Machel, utilizar la Zona de Libre Comercio Continental Africana, recientemente establecida para aumentar el comercio intraafricano y minimizar la dependencia del mundo exterior para bienes y servicios.
Muchos de los productos terminados que África importa de otros lugares están hechos de materiales que se originan en el continente. Al exportar nuestras materias primas, constató, también perdemos puestos de trabajo, oportunidades y valor. Necesitamos revertir esta tendencia, sostuvo, y beneficiar nuestras propias materias primas para asegurar que el continente prospere, que nuestra gente tenga trabajo y que nuestros niños estén sanos, educados y felices.
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