Todos los ciudadanos debemos unirnos para ayudar a las fuerzas federales a combatir los actos inhumanos del grupo terrorista, dijo Berhe en una comparecencia pública difundida en todo el país.
Abusa de los civiles, incluido al propio pueblo de Tigray que dice representar y defender, obliga a los niños a participar en la guerra, no respeta a las mujeres y tampoco a los ancianos, ¿hasta cuándo permitiremos esa situación?, cuestionó.
El TPLF, subrayó, es un grupo terrorista que desde su establecimiento fue un obstáculo para la estabilidad y prosperidad de la región, masacrar, secuestrar y robar son parte de su actividad diaria.
Ha demostrado su odio a la humanidad, matando, saqueando, desplazando personas, destruyendo propiedades en las regiones Amhara y Afar, y especialmente al poner a los niños en los campos de batalla, reiteró.
También, denunció, trabaja con otros grupos terroristas para crear inestabilidad en el país y difunde información falsa con el objetivo de tergiversar los hechos y crear presión internacional sobre Etiopía.
Quienes quieren la supervivencia y el desarrollo de la nación, vivan en el extranjero o en casa, deben trabajar duro para ganar esta batalla, declaró.
Desde noviembre pasado, las Fuerzas de Defensa Nacional iniciaron una ofensiva contra el Frente, organización acusada de subvertir el orden constitucional y violar los derechos humanos, entre otros delitos, y declarada terrorista por el Parlamento.
A mediados de este año, el Gobierno federal decretó de manera unilateral un alto al fuego para facilitar las labores agrícolas y las gestiones humanitarias en Tigray, pero el grupo lo desestimó y desde entonces extendió su criminalidad a los estados de Afar y Amhara.
De acuerdo con acusaciones oficiales, la población civil es su blanco recurrente y casi a diario destruyen instituciones públicas, asentamientos rurales, escuelas, hospitales, campamentos para refugiados e incluso sitios de importancia cultural, religiosa e histórica.
rgh/raj