Con una arquitectura sostenible cuyo diseño propicia la interacción del público con las piezas, la instalación es fruto de la maestría del grupo de arquitectura holandés MVRD y concentra 151 mil artículos provenientes de las colecciones del Museo al Aire Libre de la nación europea, el Palacio Het Loo, el Rijksmuseum y la Agencia del Patrimonio Cultural. Aunque en el mes de septiembre el inmueble, nombrado museo Boijmans Van Beuningen, inició sus funciones, la inauguración oficial estuvo marcada por la presencia del rey Guillermo de Holanda.
Ubicado en el Museumpark de Rotterdam, el centro cultural acoge obras de El Bosco, Rembrandt, Vincent Van Gogh, Salvador Dalí, Monet, Mondrian, Magritte, David Hockney, Andy Warhol y otras obras maestras holandesas y extranjeras, desde la edad media hasta la actualidad.
El edificio de 30 mil metros cuadrado, traduce en su estructura la esencia de sostenibilidad y modernismo, mediante un techo recubierto por dos mil 100 paneles solares y la instalación de ventanas de cristal, así como el uso de un intercambiador de calor geotérmico, energía fotovoltaica, luces LED y un tanque de almacenamiento de agua.
Nacido de la necesidad de salvaguardar los objetos históricos de las recurrentes inundaciones, visibilizar las obras archivadas e impulsar una educación moderna, el museo atesora cuadros, esculturas, mobiliario, carruajes, una locomotora de vapor, instrumentos musicales, armas, equipamiento de equitación, vasijas utilitarias, entre otros.
Luego de varios meses de traslado y clasificación de las obras desde una quincena de locaciones, los especialistas lograron articular un sistema actualizado, en el cual cada objeto tiene su propio código de barras, con todos los datos que lo definen y el nombre de la institución propietaria.
Asimismo, el museo cuenta con una instalación para la recepción de estudiantes e investigadores, así como espacios para la restauración de las piezas, montaje de exposiciones, tratamientos de plagas, cuarentena de las obras, un estudio fotográfico, una sala de rayos X y una cámara frigorífica.
Según los creadores, las obras de arte colgarán de estanterías, mientras las impresiones, dibujos y fotografías se encontrarán en salas cerradas, con acceso solo si los usuarios lo solicitan, con el propósito de salvaguardar los históricos objetos.
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