Ante el Monumento a la Independencia en esta capital, el monarca depositó una ofrenda floral y encendió la Llama de la Victoria, que simboliza los ideales de emancipación, soberanía y progreso de esta nación del sudeste asiático.
En un breve discurso, Hun Sen recordó al artífice de la nueva vida en el país, el extinto rey Norodom Sihanouk, e invocó a la ciudadanía a seguir trabajando para acrecentar los avances económicos y sociales del presente.
Al final del acto en la plaza fueron soltados globos y palomas como expresión de las aspiraciones de libertad y paz del pueblo cambodiano.
Por la noche, desde el Palacio Real de Phnom Penh fueron disparados cientos de fuegos artificiales. La Llama de la Victoria estará ardiendo durante tres días.
Veladas similares tuvieron lugar en otras partes del país para recordar aquel 9 de noviembre de 1953 en que los cambodianos pusieron fin a 90 años de colonización francesa.
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