El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, invitó a un equipo técnico polaco a su país para que «verifique las falsedad de las imputaciones e informe de forma correcta a la opinión pública».
Pero las diatribas desde Varsovia responden a la supuesta ayuda que Ankara brinda a los indocumentados que intentan penetrar a suelo polaco a través de Belarús.
Esas acusaciones, que incluyen a la aerolínea Turkish Airlines, se sustentan en la supuesta carencia de visados de los migrantes quienes, según Varsovia, son utilizados para “ejercer presión contra la Unión Europea (UE)”.
Cavusoglu llamó a su homólogo de este país, Zbigniew Rau, para expresarle su malestar por las acusaciones del primer ministro Mateusz Morawiecki, quien afirmó que Ankara mantiene un corredor abierto entre Estambul y Minsk, según la agencia de noticias Anadolu.
En reunión la víspera con altos cargos de su Gobierno, el presidente belarruso, Alexander Lukashenko, pidió a la Cancillería que “advierta a todos en Europa” de una inminente respuesta a las sanciones adicionales, las cuales calificó de “inaceptables”, y advirtió que el país no tiene «ni dinero ni fuerza» para detener el éxodo.
Mientras, su ministro de Relaciones Exteriores, Vladimir Makei, reiteró en Moscú que la nación está dispuesta a reaccionar a la probable imposición del quinto paquete de restricciones por parte de la UE, según reportó la agencia de noticias Sputnik.
Antes el ministerio belarruso de Defensa propuso a este país abordar en una reunión bilateral las preocupaciones de ambas partes relativas al cumplimiento de los acuerdos sobre medidas regionales de “confianza y seguridad”.
Hasta ahora no hemos recibido ninguna notificación, afirmó la mencionada dependencia que confirmó la invitación a la parte polaca para celebrar un encuentro bilateral.
Al mismo tiempo, la Guardia Fronteriza de Polonia informó hoy sobre 468 nuevos intentos de cruzar la zona limítrofe y Morawiecki garantizó que su estado y los bálticos protegerán “la paz y estabilidad en Europa”.
Para ese empeño, afirmó, contamos con “el apoyo total de la Organización del Tratado de Atlántico Norte y de la UE».
Ante la creciente escalada de tensiones, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitó la víspera este país, donde pidió «actuar con rapidez y decisión» frente a lo que calificó de “ataque híbrido, brutal, violento e indigno».
Michel se entrevistó con Morawiecki y ambos culparon a Lukashenko del convulso escenario fronterizo.
En respuesta Belarús afirmó que los migrantes que se encuentran en la frontera no violaron la legislación nacional y su presencia allí es legal.
La situación en la zona limítrofe se agrava con la llegada del invierno, mientras Lukashenko alertó a la UE por lo que calificó de «catástrofe humanitaria» debido a la concentración de personas bajo condiciones climáticas muy adversas.
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