La Revolución Bolivariana ha mostrado desde hace dos décadas la voluntad de conversar con la oposición, pero no acepta que la agenda de pláticas trate de imponerse desde Estados Unidos, un país que además aplica una política terrorista contra nuestro pueblo con sus medidas coercitivas unilaterales, declaró a Prensa Latina.
Jiménez, quien participó en la mesa de diálogo gobierno-opositores en México, precisó que los temas a discutir los deciden los venezolanos, no Washington ni sus representantes.
Nuestra disposición es a buscar un equilibrio entre los puntos comunes y los desacuerdos, lo cual se demostró en México, dijo la joven científica, líder de la delegación del país sudamericano a la 41 Conferencia General de la Unesco, foro que sesiona en esta capital del 9 al 24 de noviembre.
Para la funcionaria, lo más importante es que el diálogo avance hacia la búsqueda de la mejor condición de bienestar posible para los venezolanos, pese a las diferencias existentes entre las partes.
De acuerdo con Jiménez, el gobierno y la oposición volverán a sentarse cuando lo decidan, en un proceso interrumpido tras el secuestro y la extradición a Estados Unidos del diplomático Alex Saab.
Respecto a la naturaleza de las negociaciones realizadas, la ministra las enmarcó en un ambiente cordial y de respeto.
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