Un documento de trabajo preparado para la discusión dice que el enfoque debe volver a la implementación de los temas pendientes del diálogo y que el ambiente debe mejorarse a través de acciones positivas concretas, destaca este lunes la agencia Tanjug.
Según los titulares de exterior, se debe trabajar en el progreso hacia un acuerdo global sobre la normalización y, al mismo tiempo, el futuro europeo de Serbia y de la provincia de Kosovo.
A las conversaciones entre las autoridades de Serbia y la región separatista de Kosovo se llegó tras años de desencuentros, que siguieron a enfrentamientos entre los grupos de etnia albanesa que trataban por la fuerza de establecer un estado soberano en la provincia bajo jurisdicción de Belgrado.
Tras meses de guerra civil, los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, encabezados por Estados Unidos, agredieron a Serbia bajo el pretexto de que Belgrado violaba los derechos de las minorías albanesas de Kosovo.
Tras estos sucesos, los separatistas kosovares declararon de forma unilateral la independencia de ese territorio, acción que Serbia nunca reconoció, al igual que muchas otras naciones del mundo, incluidos países miembros de la Unión Europea.
A pesar de los desencuentros, y tras años de hostilidades interétnicas, el Gobierno de Belgrado y las autoridades de Prístina, capital de la autoproclamada República de Kosovo, decidieron este año sentarse a la mesa de negociaciones.
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