El legislador, presidente de la Comisión de lo Jurídico de la Cámara, reaccionó a la crisis de seguridad que se ha desatado en esta isla del Caribe, luego de que en la víspera la Policía informara que ya tiene en récord este año 531 asesinatos, 70 más que el año 2020, cuando se registraron 461.
“Aquella reducción en las cifras del crimen a causa del toque de queda y restricciones relacionadas a la pandemia de la Covid-19 se esfumó”, aseguró el miembro del Partido Popular Democrático (PPD), al pedir que se tracen nuevas estrategias en recurso humano y maximizar los equipos disponibles.
Aclaró, sin embargo, que eso no es suficiente, ya que se requiere crear o renovar acuerdos con grupos vecinales y deportivos.
“Estamos en medio de una crisis de seguridad pública y estoy seguro que en la población hay deseo de cooperar, pero tiene que haber liderazgo desde La Fortaleza, el Departamento de Seguridad Pública y el Negociado de la Policía”, reclamó.
Según los datos, la región de Caguas (centro) es la que muestra el aumento mayor en asesinatos, con 17 casos versus los 31 a esta fecha en 2020.
Mientras, la zona capitalina de San Juan observó un mayor alza, por lo que hasta el sábado tenía 13 asesinatos más de los 101 que marcó para la misma fecha en 2020.
Para Aponte, es preocupante que haya nuevamente un evento de brazos caídos por parte de algunos miembros del Negociado de la Policía, como se produjo el fin de semana del 31 de octubre.
El gobernador Pedro R. Pierluisi llegó a culpar el martes de la semana pasada a un antiguo miembros agente de la Policía como el incitador del paro de brazos caídos, que llevó a que ese fin de semana cerrara con 14 asesinatos, incluyendo el de un adolescente de 16 años en medio de un secuestro en Río Piedras.
El diputado Aponte señaló que trabajadores sociales consultados aseguran que la pandemia de la Covid-19 ha jugado un gran papel en la explosión de la violencia en Puerto Rico.
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