Personalidades de diferentes sectores, empresarios, turoperadores y agentes de viajes, participaron en el encuentro realizado en la sede de la embajada de la nación caribeña en Italia, inaugurado con una presentación de la consejera para Asuntos Turísticos, Madelén González-Pardo.
La funcionaria diplomática brindó detalles sobre el proceso de reinicio escalonado de la actividad turística internacional, controlada ya la pandemia de Covid-19.
En ese sentido, indicó que para garantizar la recuperación responsable del turismo, sus estructuras, estatales y privadas, están certificadas como “turismo más higiénico y seguro”, potenciando las normas sanitarias y estándares de calidad de los servicios.
Cuba es reconocida a nivel mundial como uno de los destinos más atractivos y seguros del mundo, dijo la funcionaria al precisar que por esas razones las medidas adoptadas para enfrentar el impacto de la Covid-19 y aislar cualquier cadena de contagio, adquieren una dimensión superior.
Con la exhibición del documental “Restaurando Almas”, dirigido por Magda Resik, inició su presentación la funcionaria encargada de Prensa y Cultura en la embajada, Lissette Argüelles, quien exaltó la figura del fallecido Historiador de La Habana, Eusebio Leal, y su papel en la restauración del centro histórico de la ciudad.
Argüelles destacó la huella italiana en la capital cubana en obras como el Capitolio, en el cual hizo varios aportes el escultor Ángelo Zanelli, autor de la célebre Estatua de la República, y el Teatro Tacón, actualmente Alicia Alonso, donde Antonio Meucci descubrió el teléfono.
Por su parte, el embajador, José Carlos Rodríguez, agradeció las muestras de simpatía y afecto hacia Cuba y su capital, subrayó la contribución de Eusebio Leal en la restauración del centro histórico, no sólo por el aspecto material, sino por su preocupación por el bienestar de sus habitantes.
Al señalar que Cuba no es un producto artístico, sino un destino para la vida, la felicidad y el conocimiento de muchas cosas que puede mostrar, el diplomático se refirió a La Habana como una urbe en movimiento enfrascada en proyectos armónicos y sostenibles de desarrollo urbanístico.
Entre ellos, tres con participación italiana como la primera zona especial de desarrollo urbano en el municipio de Centro Habana, a ambos lados de la avenida Italia conocida popularmente como Galiano, y otros en el barrio de Pogolotti y el Instituto de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura.
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