La filial francesa de la organización caritativa Caritas publicó su reporte anual acerca del estado de la pobreza en suelo galo, resumen que incluyó una encuesta con la participación de mil ocho hogares que recibieron su ayuda alimentaria durante el primer confinamiento por la Covid-19, de marzo a mayo del año pasado.
De acuerdo con la entidad, la crisis sanitaria reveló una inseguridad alimentaria que ya golpeaba a millones de seres humanos y afectó la capacidad de respuesta frente al fenómeno.
En ese sentido, lamentó que en 2020 hasta siete millones de personas necesitaran en Francia apoyo para comer, más del 10 por ciento de la población, un escenario inédito en tiempos de paz.
Secours Catholique-Caritas France insistió en el impacto de la pandemia de la Covid-19 en la alimentación de quienes dependen de ayuda y subrayó que la crisis aumentó el problema, al crecer la demanda de asistencia tras el cierre de los comedores escolares y el incremento en las familias de los gastos de electricidad, entre otros.
Según la organización católica caritativa, el 27 por ciento de los hogares atendidos dejó de comer al menos un día, el 22 por ciento careció por completo de recursos financieros y un tercio no contó con un alojamiento estable.
Ante esta situación, abogó por una sociedad más justa, solidaria y fraternal.
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