“Con todas las discrepancias que hay, la parte rusa apunta a lo positivo, reducir al máximo los factores de irritación y buscar soluciones mutuamente aceptables, dijo Antónov, según el medio.
El representante ruso subrayó que para Moscú es importante crear condiciones normales que faciliten el funcionamiento de las embajadas en ambos países, al referirse a las consultas bilaterales sobre cuestiones diplomáticas que tuvieron lugar este miércoles en Viena.
“La situación actual nos parece inaceptable y nos esforzamos por reconducirla”, señaló. Explicó que funcionarios de la legación diplomática rusa en Washington mantienen reuniones semanales en el Departamento de Estado y debaten a fondo el conjunto de desavenencias en ese ámbito.
Para Antónov, “resulta difícil esperar un avance radical”, teniendo en cuenta la cantidad de temas que lastran los vínculos entre Moscú y Washington.
Señaló que mientras los ciudadanos estadounidenses no tienen problemas para obtener visados rusos, Estados Unidos retrasa la extensión de esos documentos para unos 60 empleados de la embajada y de los consulados generales.
Entre otras dificultades, citó también los obstáculos para matricular los autos de servicio y el embargo de algunos inmuebles diplomáticos de Rusia.
Alertó que la situación podría agravarse porque Washington exige que 55 empleados rusos más, entre diplomáticos y personal administrativo y técnico, abandonen el país en los próximos meses, lo que significa de hecho una expulsión.
Sin embargo, aseguró que las partes están buscando soluciones y expresó que los diplomáticos rusos están convocando a sus contrapartes a volver a la normalidad en los asuntos de visados y el trabajo consular.
El jefe de la diplomacia rusa en Washington llamó a lograr un entendimiento lo más pronto posible para intensificar los intercambios empresariales, culturales, científicos, deportivos, familiares y entre amigos.
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