Esa instancia de la ONU afirma que una quiebra del sistema bancario y el consiguiente impacto social negativo supondrían un enorme coste económico para Afganistán, indicó la agencia de noticias afgana Pajhwok.
De acuerdo con el texto, el problema de los bancos debe resolverse rápidamente para mejorar la limitada capacidad de producción de Afganistán y evitar el colapso del sistema bancario.
Abdallah al Dardari, jefe del PNUD en el país, dijo que la situación es tan grave que se debe pensar en todas las opciones posibles.
En un esfuerzo por salvar el sistema bancario, el PNUD propuso un plan de seguro de depósitos, medidas para garantizar una liquidez suficiente para las necesidades a corto y medio plazo, así como garantías de crédito y opciones para aplazar el pago de los préstamos.
Con las tendencias actuales y los frenos a la retirada de fondos, se perdería alrededor del 40 por ciento de la base de depósitos de Afganistán para finales de año.
Los bancos dejaron de ofrecer nuevos créditos y los préstamos morosos casi se duplicaron, reveló el informe del PNUD.
La liquidez también es un problema, pues las instituciones afganas dependían en gran medida de los interrumpidos envíos físicos de dólares, añadió el canal de noticias TOLO news.
Desde el ascenso al poder del movimiento Talibán, Afganistán está inmerso en una crisis humanitaria y necesita ayuda internacional urgente.
El grupo armado fundamentalista radical islámico conquistó Kabul en agosto pasado, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de ocupación y billones de dólares en gastos de guerra, además de miles de civiles muertos.
Actualmente el país centroasiático está más pobre que hace dos décadas, con cinco millones de desplazados internos y casi 23 millones de habitantes amenazados por el hambre.
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