El pico que se produce cuando el país se apresura a inocular a los menores de edad a partir de 5 años antes de la temporada vacacional de invierno, según un comunicado de la Academia Americana de Pediatría y la Asociación de Hospitales Infantiles.
Más de 140 mil niños en edad pediátrica dieron positivo a la pandemia causada por el SARS-CoV-2 entre el 11 y el 18 de noviembre, frente a los 107 mil registrados la semana que terminó el 4 de noviembre.
Estos casos representaron aproximadamente una cuarta parte del número de casos del país durante la semana, según el comunicado, que advirtió que los menores de 18 años representan alrededor del 22 por ciento de la población estadounidense.
Tenemos muchos motivos para estar preocupados, dijo el vicepresidente del comité de enfermedades infecciosas de la Academia, Dr. Sean O’Leary.
Los infantes representan mayor porcentaje de casos en general desde que las vacunas se pusieron a disposición de los adultos, agregó el también profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de la universidad de Colorado.
Aunque son menos propensos a desarrollar una enfermedad grave en comparación con los adultos, siguen estando en riesgo y también pueden contagiar a los adultos y ancianos, quienes son los más vulnerables a necesitar hospitalización.
Los expertos advirtieron que los niños deben ser vacunados para protegerlos de las posibles secuelas que deja la Covid-19 a largo plazo.
Desde marzo del 2020 hasta finales de octubre pasado unos ocho mil 300 niños estadounidenses de entre 5 y 11 años necesitaron hospitalización y al menos 172 murieron a causa de la enfermedad.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades hasta la fecha se registran más de 3,2 millones de hospitalizaciones y más de 740 mil decesos asociados al virus.
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