El panel conmemorativo que rememorará el histórico acontecimiento el próximo viernes 26, con el auspicio de la Unión de Historiadores de Cuba y la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República, arrojará luces nuevas acerca de sus repercusiones y tropiezos.
Igualmente coordinan el evento el Centro de Estudios y Documentación de la Lucha Clandestina Frank País, el Ministerio de Educación Superior y la Cátedra Honorífica del pensamiento de Fidel Castro de la Universidad de Oriente.
Estudiosos de la casi totalidad de las provincias cubanas intercambiarán, de forma online, resultados de sus investigaciones en una aproximación a la acción insurreccional comandada por el joven líder clandestino Frank País (1934-1957), en la cual fueron abatidos Tony Alomá, Pepito Tey y Otto Parellada.
Aunque azares diversos impidieron la coincidencia del alzamiento con el arribo de los revolucionarios que navegaban procedentes de México en el yate Granma y arribaron el 2 de diciembre, su impacto fue notable al evidenciar la efervescencia insurreccional en este país.
Después del triunfo de enero de 1959, esta fecha se evoca cada año en Cuba como parte de la epopeya gloriosa mediante la cual se alcanzó la independencia nacional.
El Museo de la Clandestinidad, enclavado en la antigua estación de la Policía Nacional en la Loma del Tivolí, que fue uno de los tres enclaves principales asaltados desde las primeras horas de aquel viernes de 1956, deviene mudo testigo de los hechos que estremecieron a la ciudad.
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