Según anunció la Casa Civil del mandatario, el jefe de Estado y de Gobierno procedió la víspera a la firma del cuerpo jurídico, luego de que la Asamblea Nacional (congreso unicameral) completara una segunda deliberación sobre el tema.
A inicios de septiembre, el Parlamento suscribió el proyecto, pero Lourenço descartó entonces su aprobación y solicitó la introducción de otros cambios en favor del ejercicio de la democracia electoral.
El pasado miércoles, los diputados realizaron el segundo análisis a petición del dignatario, con un saldo final de 125 votos a favor, 47 en contra y ninguna abstención.
La iniciativa logró el beneplácito del Legislativo por la mayoría de escaños en manos del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola, pues la oposición volvió a pronunciarse en desacuerdo.
Entre los aspectos novedosos de la ley, sobresalen la prohibición de inaugurar obras públicas o privadas, realizar donativos materiales y financieros u otras ofertas a los votantes en tiempos de campaña electoral, es decir, durante los 30 días previos al sufragio en las urnas.
De acuerdo con la visión oficial, las recomendaciones de Lourenço permitieron fortalecer en el cuerpo legal las garantías para una mayor igualdad entre los candidatos, así como la competencia, la equidad y la verdad electoral, en el marco del estado de derecho.
En su primera revisión parlamentaria, las modificaciones a ley orgánica sobre las elecciones generales refrendaron el sufragio universal, lo cual otorga derechos a los ciudadanos angoleños residentes en el exterior.
Desde mediados de septiembre, el ejecutivo convocó a la población, a partir de los 18 años de edad, a actualizar su inscripción en el registro electoral oficioso, cuyos datos servirán de base para la conformación del padrón.
Esta nación africana celebrará sus próximos comicios generales en 2022.
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