La cita impulsada por el presidente Joe Biden se celebrará los días 9 y 10 de diciembre y asistirán 110 delegaciones, según una lista de invitados divulgada por el Departamento de Estado.
Axios abordó que entre los invitados está Taiwán, algo que seguramente enfurecerá al gobierno chino, que considera a la isla autónoma como un territorio escindido y se opone a cualquier intento de legitimarla en la escena internacional.
Turquía, aliada de la OTAN, tampoco fue invitada, en medio de las políticas cada vez más autoritarias del presidente Recep Tayyip Erdoğan y su deriva hacia Rusia, precisó el sitio.
Se espera que la cumbre se centre en tres temas principales: «la defensa contra el autoritarismo, la lucha contra la corrupción y la promoción del respeto de los derechos humanos», según el Departamento de Estado.
Además de los líderes mundiales, Biden convocará a miembros de la sociedad civil y del sector privado para una serie de eventos centrados en «diseñar compromisos y resultados concretos para la cumbre» a la medida de los deseos de la Casa Blanca, señaló la publicación.
Por otra parte, el diario Politico, se refirió esta semana a “una importante conferencia de seguridad nacional” celebrada este fin de semana, diseñada para unir a las democracias del mundo contra las fuerzas autocráticas, los críticos dispararon contra China, Rusia y otras naciones reincidentes.
Sin embargo, precisó, algunas de las palabras más duras se reservaron para Estados Unidos, en lo que se convirtió en una especie de sesión de terapia para diplomáticos y funcionarios de alto rango, tanto actuales como anteriores.
Desde Afganistán hasta la insurrección del 6 de enero, pasando por la parálisis del Congreso, los asistentes expresaron sus temores y dudas sobre la salud de la democracia estadounidense y cuestionaron los compromisos de Washington para contrarrestar a Pekín o Moscú.
Esto convirtió el Foro Internacional de Seguridad de Halifax 2021, en Canadá, en algo menos que una celebración de la agenda del presidente Joe Biden y más que una intervención global para una nación en crisis, puntualizó Politico.
«Creo que no hay terreno para la arrogancia. A veces, un poco de humildad te permite establecer mejores conexiones con otras naciones porque no estamos realmente en posición de dar lecciones», dijo en una entrevista el senador Tim Kaine (demócrata de Virginia), miembro de las comisiones de Relaciones Exteriores y Servicios Armados del Senado.
«Realmente no podemos ir a dar lecciones» a otros países sobre el malestar político y la corrupción, añadió Kaine. «Pero eso en realidad significa a veces que las conversaciones son más sinceras y un poco más auténticas y un poco más productivas».
Al parecer, según las opiniones de los participantes en Halifax, la Cumbre convocada por Biden pudiera convertirse en un boomerang para Estados Unidos.
mem/lb
