Bajo el sugestivo nombre de Vasos comunicantes, 1881-2021, el notable trabajo de investigación de 10 años ofrece una perspectiva ambiciosa pero inquietante de las etapas en las cuales la cultura y en especial los artistas plásticos han estado involucrados en los sucesos del mundo.
Como aperitivo, tal vez de gancho, Mujer en azul, de Pablo Picasso, en el comienzo por el recorrido en el cual, la responsable del área de Colecciones del museo, Rosario Peiró, confesó a Prensa Latina que el pintor malagueño es uno de los grandes protagonistas.
“A partir de las obras creamos las historias. Hemos construido esta nueva colección intentando destacar algunas obras nuevas y haciendo lecturas diferentes de otras que ya estaban en las salas, o reflejar un panorama que se corresponde con las líneas de fuerza del Museo”, comentó Peiró.
Por su parte, el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, aseveró que con esta nueva presentación “se trata de repensar el modo en que se cuenta el arte desde un lugar situado como es España”.
Pretendemos que las reflexiones propuestas estén vinculadas al ahora y por ello se abordan temas que preocupan a todo el mundo: los exilios, la crisis o el feminismo, precisó.
Es perceptible, como lo resaltó el propio Borja-Villel, la retroalimentación imprescindible que llega desde el arte latinoamericano desde el cual son relevantes algunos nombres, como el mexicano Diego Rivera, el cubano Wifredo Lam, el brasileño Hélio Oiticica, el argentino Jorge Glusberg, el colombiano Fernell Franco, el venezolano Jesús Soto y el chileno Luis Camnitzer, entre otros.
La visualización en anticipo de los signos neoliberales con Augusto Pinochet, la crudeza de la Guerra Fría liderada por Ronald Reagan, la tolerancia y la vez rechazo al homosexualismo a causa del SIDA, el femeninismo y las cruzadas contra las pandemias.
No podían faltar, naturalmente, obras emblemáticas como el imperecedero Guernika de Picasso, y muestras de lujo de creaciones de Miró, Dalí, Antonio Saura, André Bretón, Luis Buñuel, Vicente Huidobro, Hans Arp o Robert Capa.
Claves de modernidad apreciadas en el Nouvel 0 del museo, intitulada Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia, y otros detalles en espacios denominados Campo Cerrado, Pensamiento Perdido y Doble exposición: el arte y la guerra fría.
El recorrido se compone de un conjunto formado por cerca de dos mil obras, agrupadas seis plantas, cuatro del edificio Sabatini y dos de la ampliación de Nouvel, lo que suma en total una superficie expositiva de más de 15 mil metros cuadrados.
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