El jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI), Mohammad Eslami, reiteró que la república islámica mostró su voluntad de no fabricar bombas atómicas con su compromiso de firmar el Tratado de No Proliferación.
En una ceremonia para conmemorar en esta fecha el primer aniversario del asesinato del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh, Eslami denunció los intentos de los enemigos por arruinar al país, uno de los más recurrentes, el terrorismo económico.
A su juicio, Estados Unidos y su aliado Israel buscan opacar el éxito de la nación de los persas con medidas coercitivas, amenazas o atentados mortales como en el que perdió la vida Fakhrizadeh.
La república islámica cumplió sus obligaciones del PIAC, sellado en 2015 entre Teherán y el grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania), ahora en crisis por la salida ilegal de Washington.
En Viena, durante la reanudación de negociaciones con las otras partes del acuerdo nuclear, Irán exigirá la abolición total de las sanciones estadounidenses y la garantía de que un próximo Gobierno de ese país no abandone a su capricho lo firmado.
Mientras tanto, dijo Eslami, el país continuará con sus actividades nucleares para ponerlas al servicio de la medicina, la agricultura, la ecología y la industria.
El diálogo sobre el PIAC en la capital austriaca comenzó en abril pasado y después de seis rondas entró en pausa por las elecciones presidenciales iraníes que ganó Ebrahim Raeisi.
Los participantes tratan de encontrar una vía para el retorno norteamericano a la audiencia, tomando en cuenta promesas electorales del ahora presidente Joe Biden que, sin embargo, mantuvo la misma política de presión máxima ejecutada por su antecesor Donald Trump.
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