El mandatario se refirió al tema en la inauguración del VII Encuentro Nacional de Rondas Campesinas, Nativas y Urbanas, formaciones populares de seguridad ciudadana.
“Ciertos grupillos en puertas cerradas quieren desestabilizar al Gobierno” y condenó que “salgan a tener marchas a favor de los que delinquen, de los que quieren siempre tener un sistema siempre chancando (golpeando) al agricultor, a los pueblos olvidados”.
Castillo se manifestó en tal sentido horas antes de una marcha convocada por los partidos Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País, firmantes de la moción de vacancia (destitución), recorriera el centro de la ciudad como presión al Parlamento para que apoye la iniciativa.
La movilización cerró con un mitin en el que los oradores repitieron argumentos anticomunistas y acusaciones de supuesta vinculación del Gobierno con el terrorismo, así como insultos y adjetivos irrepetibles.
De otro lado, el ministro del Interior, Avelino Guillén, advirtió que detrás del pedido de la destitución presidencial están los grupos políticos que no aceptaron su derrota electoral en los comicios de este año, ganados por Castillo.
Añadió que la moción es parte de una estrategia política dirigida a derrocar a un Gobierno legítimo, elegido por la voluntad popular, una estrategia que empezó el 28 de julio, día en que juró Castillo como presidente, según afirmó.
“Esto es una estrategia política dirigida a derrocar a un Gobierno legítimo, elegido por la voluntad popular, fruto de la mayoría”, dijo el titular en entrevista a RPP el último viernes.
Indicó Guillén que los conjurados quieren también destituir a la vicepresidenta Dina Boluarte.
Previamente, el cardenal católico Pedro Barreto se declaró contrario a la vacancia de Castillo, por considerarla negativa para la democracia.
La moción tiene hasta ahora solo el apoyo de las bancadas de extrema derecha, cuyos votos no alcanzan a los 52 necesarios para que el 7 de diciembre el pleno congresal apruebe debatirla, y menos aún cuentan con los 87 votos que, sobre un total de 130, se requieren para destituir al mandatario,
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