Los delegados afganos, encabezados por el canciller en funciones, Amir Khan Muttaqi; y los de la Unión Europea, liderados por el representante especial para Afganistán, Tomas Niklasson, debatieron sobre ayuda humanitaria, sanidad, seguridad y el paso seguro para las personas que deseen salir de Afganistán.
La misión europea informó que seguirán prestando apoyo al pueblo afgano y tendrán una oficina en Kabul para los esfuerzos humanitarios, indicó Balkhi.
La parte afgana pidió separar las consideraciones políticas del apoyo humanitario y subrayó la necesidad de avanzar mediante la cooperación y no por medio de la presión.
En la fase final del diálogo de dos días, se celebró una reunión trilateral junto con funcionarios de Qatar, y todas las partes acordaron continuar con este tipo de reuniones, aseguró Balkhi.
Afganistán enfrenta una crisis humanitaria tras la toma del poder por el movimiento Talibán a mediados de agosto, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de ocupación y billones de dólares en gastos de guerra, con saldo de miles de civiles afganos muertos.
El país centroasiático está más empobrecido que hace dos décadas, con alrededor de 23 millones de habitantes amenazados por el hambre.
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