Luego de tres horas de debate, el gabinete de emergencia para la Covid-19 adoptó anoche varias acciones en tal sentido, que incluyeron restricciones de reunión y la ampliación de la cuarentena para los israelíes que arriben de otro país.
Solo podrán entrar los extranjeros con un permiso especial otorgado por un panel gubernamental.
El Ejecutivo también dio luz verde a las agencias de inteligencia a dar seguimiento a las personas contagiadas, una medida empleada en el pasado y que recibió numerosas críticas.
Según las nuevas normas, los israelíes vacunados al llegar del exterior serán aislados por 72 horas y luego sometidos a una prueba de PCR, mientras, aquellos que no se inyectaron contra la enfermedad tendrán que estar confinados una semana.
Las autoridades además, etiquetaron en rojo a medio centenar de países, todos de África, a los cuales los nacionales no podrán viajar a menos que reciban un permiso.
Televisoras nacionales revelaron que los ministros de Justicia Gideon Sa’ar y de Educación Yifat Shasha Biton rechazaron las nuevas restricciones.
La cartera de Salud confirmó ayer un caso de la nueva variante ómicron (de un viajero proveniente de Malawi) e informó de otros siete sospechosos.
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