«Nos duele la muerte del niño indígena en situación de vulnerabilidad», expresó por medio de su cuenta en Twitter al referirse al fallecimiento la semana pasada de un menor por falta de atención médica.
El congresista aseguró que otros menores están enfermos y en condiciones de vulnerabilidad por lo cual necesitan atención urgente.
La líder del pueblo Nasa, María Violet Medina, afirmó que desde el pasado día 8 de este mes alertaron sobre el estado de salud de varios menores, deteriorada por las lluvias, las bajas temperaturas y las condiciones sanitarias en el asentamiento capitalino.
Recalcó que en una mesa con las autoridades ya habían solicitado la presencia de una brigada sanitaria permanente para atender las necesidades médicas de lo población.
Representantes de 14 pueblos originarios de Colombia reclaman ser atendidos por las autoridades bogotanas y nacionales.
Mujeres embarazadas, niños y adultos mayores son los más vulnerables en las condiciones inhóspitas y de hacinamiento en las que se encuentran, incluso algunas gestantes tienen amenazas de aborto y varios menores sufren problemas respiratorios.
Solicitan una mesa de diálogo con una agenda entregada el pasado 30 de septiembre a la Defensoría, Personería y Procuraduría del Pueblo.
El elemento fundamental de ese pliego petitorio es la instalación de las pláticas para debatir las garantías e implementación de las políticas públicas para los pueblos indígenas que tiene el distrito capital, así como la reubicación en sus territorios originarios.
Esta situación en Bogotá es apenas una muestra de la crisis humanitaria que viven los pueblos ancestrales de este país.
La Organización Nacional Indígena de Colombia y la Comisión de Derecho Humanos de Pueblos Indígenas presentaron recientemente un informe en el cual argumentan los peligros que atentan contra estas poblaciones ante la ausencia del Estado.
Alertaron acerca de los múltiples intereses que confluyen sobre los territorios de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta y los peligros que corren quiens habitan la Amazonia y zonas fronterizas.
Resaltaron especialmente la situación del pueblo indígena Wayuu, en el departamento de la Guajira, «que históricamente ha estado en completo abandono Estatal».
Enumeraron los contenidos principales de una situación estructural de afectación a los derechos humanos de estas comunidades, como el fortalecimiento de los actores armados ilegales, el recrudecimiento de la confrontación bélica alrededor y dentro de los territorios indígenas, entre otros, así como las estrategias de fraccionamiento por parte del gobierno al interior de algunos pueblos indígenas que atenta contra los principios de autonomía y gobierno propio.
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