Hay criterios de que la ayuda es esencial únicamente para ciudadanos de la región de Tigray, pero no es así, declaró en conferencia de prensa la portavoz de la oficina del primer ministro, Billene Seyoum.
Las organizaciones no enfocan sus esfuerzos hacia los estados de Afar y Amhara, donde varias zonas fueron ilegalmente ocupadas por el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), comentó Seyoum.
En Amhara, más de 1,1 millones de personas fueron desplazadas, aunque más de 5,6 millones sufren alguna afectación causada por la criminalidad del Frente, afirmó.
Añadió que en Afar los damnificados son más de 260 mil y los desplazados unos 100 mil, aunque estos datos debieron crecer con los últimos ataques del grupo.
Según explicó, “hasta el 21 de octubre el gobierno etíope y sus socios distribuyeron más de 36 mil quintales (tres millones 600 mil kilogramos) de alimentos para más de 235 mil desplazados”.
Aseguró, asimismo, que “el servicio aéreo a Mekele, capital de Tigray, para facilitar la ayuda de las Naciones Unidas, fue reanudado el pasado 23 de noviembre de 2021”.
Ya llegaron a ese territorio 160 camiones con alimentos y otros artículos, y actualmente van hacia allá otros 353, subrayó.
En noviembre de 2020, el Frente atacó al ejército federal en Tigray y el primer ministro Abiy Ahmed respondió con una ofensiva militar para neutralizarlo y restablecer la legalidad en la jurisdicción.
A finales de junio último, las autoridades federales decretaron un armisticio, pero la organización lo rechazó y extendió la guerra a Afar y Amhara.
Desde entonces, varias veces el gobierno responsabilizó a las fuerzas tigriñas de entorpecer la asistencia humanitaria a miles de ciudadanos desplazados o arruinados en los tres estados regionales.
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