La decisión la informó el ministro de Trabajo, Patricio Donoso, tras más de dos horas de reunión entre las partes.
«Por esta única vez, agregando al acuerdo mencionado, no derogándolo, como disposición transitoria única, la fijación del SBU del trabajador en general para 2022 deberá realizarse máximo el 22 de diciembre del año en curso», aseguró el secretario de estado.
Esta jornada era la última oportunidad del Consejo Nacional del Trabajo y Salario para fijar un alza en el sueldo mínimo mensual, ubicado en 400 dólares.
Los desacuerdos fundamentales están marcados por opiniones contradictorias de empleadores, quienes consideran que pese a la ligera mejora en los índices económicos nacionales no hay posibilidad de incremento, mientras los representantes de los trabajadores insisten en la necesidad de un alza.
El reclamo se basa inicialmente en la promesa de campaña realizada por el presidente Guillermo Lasso, durante su candidatura, de subir el salario básico a 500 dólares durante sus cuatro años de gestión.
Ahora, los empleados piden un aumento de 25 dólares durante 2022, a razón de 12.50 al inicio del año e igual monto al término del primer semestre.
La primera reunión se realizó el pasado 10 de noviembre y la segunda el 23, que quedó en pausa hasta hoy, cuando se decidió extender el plazo.
En caso de que no haya consenso, corresponde al Ministerio de Trabajo definir sobre el controvertido tema.
De acuerdo con la normativa, para establecer el incremento, la cartera de estado toma como base la inflación proyectada para el 2022, que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos será de 1,2 por ciento, lo cual implicaría subir el salario mínimo en cinco dólares.
Al respecto, el Frente Unitario de los Trabajadores sostiene que el costo de la canasta básica supera los 700 dólares.
Mesías Tatamuez, líder del FUT, recalcó que el alza propuesta permitirá aliviar la pobreza que se vive ahora, agudizada tras la pandemia de la Covid-19.
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