Una de las medidas más criticadas por los sindicatos es la que modifica el acceso a la prestación en función del tiempo trabajado, pasando de cuatro a seis meses, en los últimos 24 (36 para los mayores de 53 años).
Además, para calcular el importe de este subsidio se tendrá en cuenta el período trabajado, razón por la cual los contratados eventuales o a tiempo parcial cobrarán menos que aquellos con más tiempo cotizado o con mayores salarios.
Según un estudio del propio organismo de empleo, durante el primer año de aplicación de la ley, este cambio dejará fuera de la cobertura social a 475 mil personas, sobre todo “jóvenes o trabajadores estacionales que tienen múltiples contratos cortos”, a menudo con el mismo empleador.
La ministra de Trabajo Elisabeth Borne consideró sin embargo que “el recurso a los contratos cortos es un fenómeno en gran medida independiente de la situación económica” y se debe a “los hábitos de los implicados” que pueden modificarse cambiando los parámetros del seguro de desempleo.
A su vez los sindicatos recurrieron la norma al Consejo de Estado, máximo tribunal administrativo de Francia, que en pocos días debería ofrecer su dictamen sobre los cálculos y la pérdida de derechos que alegan los demandantes.
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