La salida está presente en ideas propuestas por el presidente del Parlamento Nabih Berri de investigar la tragedia en dos líneas, una por el poder judicial y otra dentro del fuero legislativo, precisó el periódico Al Joumhouria (La República).
Esa solución no contempla sacar de escena al juez Tarek Bitar, a cargo de la pesquisa, pese a reservas sobre su actuación e incumplimiento de normas legales y constitucionales, agregó.
En todo caso, sería más efectivo enjuiciar por separado a expresidentes y exministros que corresponde a una comisión especial.
Bitar permanecería en el ejercicio dentro de su jurisdicción y los exmandatarios involucrados en la catástrofe presentarían sus alegatos ante una instancia apropiada.
Tal propuesta resolvería el problema del boicot y aunque todas las partes la aprobaron, de pronto fue detenida sin razón alguna conocida.
De acuerdo con al-Joumhouria, Hizbullah y Amal nunca permitirán selectividad, politización o injusticia premeditada en el proceso investigativo, una línea roja para ellos.
Esos dos partidos aspiran a que se revele la verdad total sobre la explosión y no haya ocultamiento alguno.
El juez Tarek Bitar citó a los exministros Nouhad Machnouk (Interior), Ali Hassan Khalil (Finanzas) y Ghazi Zoaiter (Obras Públicas), bajo la acusación de negligencia.
Los tres estuvieron en sus cargos años después del arribo a la terminal portuaria del nitrato de amonio, la sustancia que estalló el 4 de agosto de 2020.
De ahí que surjan dudas de la imparcialidad en el proceso, pues a los responsables de la presencia del material explosivo y su mal almacenamiento en un muelle desde 2014, nunca los llamó la justicia.
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