Todo ello con temperaturas gélidas, con nuevos frentes Atlánticos coincidiendo con los festivos de la Constitución (lunes) y de la Inmaculada Concepción (miércoles). Se pronostican temperaturas con altibajos, con valores predominantes entre uno y tres grados centígrados.
En cualquier caso, millones de españoles y residentes en este país ibérico muestran su determinación de festejar las venideras Navidades a lo grande. Madrid, por ejemplo, se ha inundado de enormes árboles para celebrar el nacimiento de Jesucristo, además de luminarias y adornos en sus lugares más emblemáticos.
Pese a la incertidumbre y preocupación que suponen el aumento de los contagios y de la existencia de la variante Ómicron, el disfrute del puente más extenso del año parece indetenible, como se aprecia en autopistas, aeropuertos y terminales de autobuses y trenes.
De momento el único problema para los no vacunados será el uso, cada vez más exigido como obligatorio, del pasaporte Covid que deben presentar los ciudadanos en lugares de hostelería, ocio nocturno y hasta en visitas a centros de salud.
La exigencia es aún irregular y solo algunas comunidades autónomas de España tienen como requisito el también llamado Certificado de Vacunación, que ostentan las personas con doble dosis.
Lluvias y nevadas en el horizonte en una amplia mayoría de comunidades, no son buenas noticias para las cadenas de contagios del virus SARS-CoV-2 que eventualmente pueden darse.
Sin embargo, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Asturias por ahora, no han puesto el reglamento del Green Pass, otra forma de denominar al carnet implantado por la Unión Europea.
Aunque España tiene a más del 90 por ciento de la población con pauta completa de vacunación, la última semana hubo un incremento en la cifra de contagios y fueron detectados dos viajeros que venían de Sudáfrica contagiados con la cepa Ómicron, pero con síntomas leves.
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