Según las autoridades locales las víctimas mortales del monte, el más alto del archipiélago con tres mil 676 metros, pudieran aumentar porque aún permanecen desaparecidas 27 personas y más de 30 están graves a causa de las quemaduras que sufrieron el sábado.
Las labores de salvamento, además, se ven entorpecidas por las persistentes lluvias que desde hace días caen en la zona y que, al mezclarse con la ceniza, forman lodazales por donde resulta muy difícil transitar.
El director del observatorio permanente del Semeru, Liswanto, dijo a medios de prensa que el volcán podría seguir activo por un número indeterminado de días y aconsejó a los vecinos de las aldeas cercanas mantenerse a una distancia segura y no intentar recuperar propiedades y reses.
En las últimas décadas el monte entró en erupción varias veces, pero esta es una de las más destructivas.
En la dispersa geografía indonesia se alzan más de 400 volcanes, de los cuales unos 130 están activos y 65 se consideran peligrosos.
Las más de 17 mil 500 islas del archipiélago se asientan en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que al concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del planeta, lo convierte en escenario de frecuentes y violentos fenómenos sísmicos y vulcanológicos.
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