El alza representa el ritmo más rápido desde 1982 y si se excluyen los alimentos y el combustible, que pueden variar mucho de un mes a otro, dicho indicador creció un 4,9 por ciento.
Según un análisis del diario The New York Times, el índice de precios al consumidor está aumentando considerablemente, lo que preocupa a los responsables políticos de Washington y es una señal de los crecientes costes a los que se enfrentan los hogares estadounidenses.
La inflación se disparó al nivel más alto en casi 40 años, ya que las interrupciones de la cadena de suministro, la rápida demanda de los consumidores y el aumento de los costes de la vivienda se combinaron para alimentar el mayor estallido inflacionista en una generación, valoró el Times.
Esta realidad supone un problema para los funcionarios de la Reserva Federal y de la Casa Blanca, que intentan calibrar la política en un momento en el que el mercado laboral aún no se recuperó completamente de la pandemia de la Covid-19, pero el riesgo de que el alza de los precios sea más duradero es cada vez mayor, precisó el diario.
Según el informe, los precios subieron un 0,8 por ciento respecto a octubre.
Se trata de un aumento ligeramente inferior al del mes anterior, pero sigue siendo un ritmo inusualmente rápido.
Una de las causas del problema se relaciona con el atascamiento de las rutas marítimas y los puertos, lo que demoró la afluencia de muchos productos a los mercados de este país, algo que ya dura meses aunque la demanda de bienes sigue siendo fuerte.
Según el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, “en general, los precios más altos que estamos viendo están relacionados con los desequilibrios de la oferta y la demanda que se pueden remontar directamente a la pandemia y la reapertura de la economía”.
«Creo que el riesgo de una mayor inflación ha aumentado», afirmó.
La semana pasada, los responsables políticos dijeron que ya era hora de jubilar la etiqueta de «transitorio» y reconocieron que las subidas de precios resultan ser más persistentes de lo esperado.
Powell puntualizó que, aunque su expectativa básica era que los aumentos de los costos se enfriaran, existe una amenaza creciente de que no lo hagan pronto o lo suficiente.
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