Fuimos muy claros de que una incursión de Rusia en Ucrania tendría consecuencias muy serias por las que pagaría un alto costo, afirmó Truss en una rueda de prensa desde el Museo de Liverpool, sede de una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de las siete naciones más ricas de Occidente.
De acuerdo con Truss, con esa postura unánime, los representantes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido enviaron una demostración de unidad tanto a sus adversarios como a sus aliados.
Moscú niega, por su parte, tener intenciones de invadir el territorio ucraniano, donde varios países del G7 tienen desplegadas tropas, aunque dejó claro que no permitirá a Kiev recuperar por la fuerza la región de Donbás, centro del conflicto entre ambos.
En la reunión que tiene previsto concluir este domingo participan por primera vez los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, Australia y Corea del Sur, como una muestra del interés del Reino Unido en acercarse a la región del Indo-Pacífico tras abandonar la Unión Europea el año pasado.
Al respecto, la jefa de la diplomacia británica apuntó que el objetivo de la invitación es fomentar las relaciones económicas y la cooperación tecnológica bilaterales.
El Reino Unido entregará en enero próximo la presidencia pro tempore anual del G7 a Alemania.
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