De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 puede frenar dos décadas de progresos.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dio a conocer esas conclusiones cuando el mundo conmemora el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal.
Al acercarse el tercer año de la Covid-19, debemos reforzar urgentemente nuestros sistemas de salud para garantizar que sean equitativos, resistentes y capaces de satisfacer las necesidades de todos, dijo Guterres.
Añadió que las ondas de choque de esta emergencia sanitaria golpean con más fuerza a los países que carecen de sistemas sanitarios capaces de proporcionar una atención de calidad y asequible.
“Si el mundo quiere alcanzar el objetivo de lograr la cobertura sanitaria universal para 2030 -aclaró-, es necesario que los gobiernos se comprometan más a invertir y ampliar las soluciones probadas”.
Llamó al mundo a ampliar las inversiones en el área de salud, con especial énfasis en la atención primaria y las poblaciones marginadas, pues “la mejor vía para tener economías y comunidades resistentes es fortaleciendo los sistemas de salud antes de que surjan las crisis”.
El alto funcionario condenó la distribución desigual de las vacunas anti-Covid-19 en el último año, y llamó a este proceso “un fracaso moral mundial”.
Debemos aprender de esta experiencia. La pandemia no terminará para ningún país hasta que termine para todas las naciones, dijo el jefe de la ONU.
En 2020, la pandemia colapsó los servicios sanitarios en gran parte del mundo y llevó los sistemas de salud de los países más allá de sus límites.
Desde el inicio de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, la cobertura de inmunización disminuyó por primera vez en 10 años y las muertes por tuberculosis y malaria aumentaron, según el comunicado de la OMS y el Banco Mundial.
La pandemia también desencadenó la peor crisis económica desde la década de 1930, lo que dificulta cada vez más el pago de la atención sanitaria.
No hay tiempo que perder. Todos los gobiernos deben garantizar que cada uno de sus ciudadanos pueda acceder a los servicios sanitarios sin temor a las consecuencias financieras, urgió el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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