Un comité del Consejo de Estado (Gabinete) ordenó a las provincias productoras de ese recurso investigar a fondo las operaciones extractivas y la sobreexplotación del mineral, pues se constató que la alta demanda elevó los precios y alentó el resurgimiento de las labores ilícitas.
Exigió también procesar bajo cargos criminales a quienes desarrollen la actividad sin permiso.
El Gobierno tomó la medida para evitar incidentes como el ocurrido este miércoles en un poblado de la norteña provincia de Shanxi, donde una inundación repentina dejó bajo tierra a 21 individuos que trabajaban de forma ilegal en una mina de carbón.
El Ministerio de Manejo de Emergencias dirige el rescate, que involucra a 400 especialistas y múltiples equipos, pero se dificulta por las condiciones geológicas y las bajas temperaturas de la zona.
Aunque lograron drenar gran volumen de agua, todavía no se establece contacto con las víctimas.
Además, la entrada del lugar tiene una estructura frágil y la tierra circundante está en constante desprendimiento.
Mientras tanto, la policía arrestó a seis sospechosos de participar en la actividad ilícita y sigue en busca de otros dos, incluido el dueño de la cantera que se dio a la fuga.
A finales de enero pasado China lanzó una campaña para supervisar los sistemas de seguridad en todas las minas del país, comprobar si cumplen con las medidas de protección a sus empleados y con la prevención de explosiones, derrumbes y otros sucesos letales, que son recurrentes y siempre dejan saldo mortal.
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